Evalúa del 1 al 10 como te sientes actualmente con cada una de las 8 áreas de tu vida que te proponemos. Identifica cada área con un color. Luego observa la rueda y elige en qué áreas concentrarás tus esfuerzos para iniciar tu proceso de transformación.
Usa los cuadrantes Quiero / Tengo para contrastar tu realidad actual con tu realidad ideal. Una vez que hayas llenado los cuadrantes, descubre aquí el significado que esconde cada uno.
Haz una lista de esas cosas que te gustaría concretar antes de que termine el año.
Tómate un tiempo para imaginar cómo quieres estar al cierre del año y plásmalo en papel. Vuelve a ver este mapa con frecuencia.
Pregúntate qué necesitas hacer para
Evaluar tu semana es tan importante como planificarla. Haz el hábito de reflexionar en lo que ocurrió en este corto período y contrastarlo con lo que querías que sucediera. Observa, aprende y ajusta en el proceso.
Medita en cada una de las frases que colocamos estratégicamente al inicio de cada mes del año. Ellas están llenas de sabiduría.
Define dónde estará concentrado tu enfoque para cada mes del año.
Elige previamente los pensamientos que quieres fortalecer. Toma el control de tu mente. Piensa que intencionalidad.
Ten en cuenta los motivos que cada semana semana te deja para agradecer. Tomate un alto para valorar los regalos que la vida te da.
Cuando las cosas no salen como esperamos es cuando más aprendemos. Lleva un récord de esas enseñanzas que te dejó tu semana.
Haz una lista de hábitos que quieres cultivar y mantén un registro de cómo te fue durante la semana. Establece metas realistas y premia tus avances.
Establece prioridades y trata de ser coherente con ellas a lo largo de la semana.
No dejes que tu lista de cosas por hacer te abrume. Establece prioridades y niveles de urgencia.
Toma conciencia y celebra cada avance , por pequeño que parezca.
Evalúa dónde estuvo invertida tu energía a lo largo de cada semana. Lo ideal es que tu t tiempo y esfuerzo hayan estado en las prioridades que estableciste al inicio de la semana.